Básicamente son unas pulseras hechas de plástico común y corriente . Lo interesante está en los hologramas que llevan, los cuales emiten unas frecuencias determinadas que benefician al usuario, restaurando el equilibrio electromagnético y alineando la frecuencia de tus células con las de la pulsera. Aunque la realidad es que NADIE sabe explicar esto y por eso proceden a convecerte a través de pruebas y con frases como “mejor equilibrio”, “mayor rendimiento”, “mejoras en el tiempo de recuperación”, “mayor flexibilidad”, “ayuda contra el estrés” y demas atribuciones.
La verdad sobre las pulseras, Funcionan ??
La respuesta dependería en gran manera de a quien le hagas la pregunta, pero la realidad es que NO, no son mágicas. Una definición más descriptiva sería: sólo son unas pulseritas de plástico que carga dos hologramas buenos para nada. Claro que esto no lo digo yo solamente, sino también un estudio hecho en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid, en la cual participaron 79 voluntarios. Lo más increíble fue que el estudio revela que las pulseras ni siquiera crean un efecto placebo en el usuario, o sea, son un engaño.
El estudio se hizó según el procedimiento de “doble ciego”: a la mitad de las pulseras [proporcionadas por la propia Power Balance] se les quitó el holograma que les “da el poder”. El área de los hologramas fueron cubiertas, así de esta forma ni los voluntarios ni los invesitgadores sabían cual tenía el holograma y cual no. Los resultados del estudio indican que las pulseras no tienen ningún efecto en el usuario.
A pesar del escepticismo se sigue agotando
La contundencia de los argumentos no desanima a sus defensores. La prueba más elocuente de que algo hace es que se vende más de lo que podemos suministrar gracias únicamente al boca a boca, dicen los distribuidores . La pulsera ha superado los ámbitos deportivos y se oferta ya en farmacias. El perfil del comprador se ha ampliado a personas de edad, muchas con problemas de movilidad.
Tenga o no efectos terapéuticos, la lista de reservas se amplía cada día y todos los lotes que llegarán a España hasta marzo están ya vendidos. Además, las copias piratas han comenzado a brotar como hongos, aunque los importadores de las pulseras originales dicen que no son lo mismo porque sus hologramas «no han sido activados». Parece que al amuleto del siglo XXI le queda aún cuerda para rato.
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